Él.- ¡Zapatos usados! (saca un par de zapatos de niña)

¡Qué emocionante! Los zapatos de la niña, los zapatitos de cuando empezó a andar a los 5 años… ¡atrasada de mierda! (tira los zapatos hacia Ella)

Él vuelve a mirar dentro de la caja

y saca otro par de zapatos con tacones.

Él.-: ¿Y esto? Estos nunca te los he visto…

Ella (en voz baja).- Los llevaba en nuestra primera cita…

Él.- ¿En nuestra primera cita, unos zapatos de puta como estos?

(sube el tono)  ¿Pero tú te crees que una tía normal lleva zapatos de puta para ir a una primera cita?

Ella.- No hables tan alto que te van a oír los vecinos.

Él.- (burlándose de ella) ¿Los vecinos? ¿Piensas que les importas algo a los vecinos? Los vecinos piensan lo mismo que yo, que eres una puerca que no tira nada, que huele que apesta y que se merece una buena ostia.

Su mirada cae sobre un papel doblado al medio de los zapatos.

Él.- Ah…Pero si la basurera no guarda solo los zapatos hecho polvo, sino que también almacena papelitos. (Abre el papelito doblado) Uh…que bonito… ¡Venga señorita “Zorrilla” léanos su obra! (Le pasa el papelito).